
La experiencia en un principio llenó de expectativas a los estudiantes, ninguno sabía lo que tendría que vivir y tampoco se lo esperaban. Llegaron el miércoles 17 de junio al campamento, la primera actividad fue servirse el almuerzo o como lo llaman los militares “rancho”, desempacar y armar el sleeping para dormir dentro del campamento.
La bienvenida la realizó el shamán de la selva con una típica limpia augurando lo mejor a los estudiantes dentro del campamento Iwia. El grupo era numeroso, 73 personas realizaron todas las actividades, algunos cumpliendo sus metas personales y otros deseando que el regreso a casa se realice lo antes posible.
Estar en un ambiente totalmente desconocido, con poco conocimiento sobre como desenvolverse, durmiendo en la intemperie llevo a muchos a la desesperación, sin embargo, las actividades de una u otra forma se realizaron.
Fotografía: Andrea Benalcázar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario